Dentro de todos los recuerdos que muchos tienen, uno que siempre destacará es el mítico sonido de inicio de la consola PlayStation 1, el cual siempre nos sacaba un suspiro cuando se quedaba pegado después del sonido, pero luego de un rato seguía procesando.
Sin embargo, de los juegos que he tenido la posibilidad de jugar de dicha consola, no hay juego que más marcó mi vida que Omega Boost.
Era una tarde de Agosto del año 2006, en un día bastante helado, a mis manos llega un juego en una caja de plástico de aquellos tiempos, en donde la portada salía la siguiente imagen:
Al ver la imagen de este juego quedé al tiro alucinado, teniendo en cuenta que una de las primeras series que vi cuando chico fue Barón Rojo (por lo que el tema de la pelea de robots o similares me interesaba).
Al cargar el juego te muestra una cinemática, la que le saca todo el provecho al procesador de la «Play«, donde esta nos muestra un poco de la historia mientras que de fondo tenemos el tema «Fly – Loudmouth«.
Al terminar la cinemática, entramos en un menú muy futurista, con una música que te invita a jugar de forma inmediata,
con un fondo estrellado.
Continuando con la jugabilidad, al principio causa extrañeza al estar en el espacio, en donde tenemos la posibilidad de maniobrar hacia todos los lados, sin contar que de igual manera seguimos una ruta y como en los juegos «arcades» de antaño, tenemos enemigos en todos nuestros ángulos.
Las armas que tienes para poder sobrellevar las etapas son:
- Fúsil: La cual es muy útil y al principio difícil de manejar.
- Misiles dirigidos: Los cuales van aumentando la cantidad que puedes lanzar según los puntos que tengas.
- «Ultimate«: El cual es muy útil cuando estás en apuros ya que ataca a todos los enemigos por igual.
Movilidad:
- Como se mencionó en un principio, puedes maniobrar en varias direcciones para poder esquivar los diversos ataques o posicionarte para poder destrozar las naves enemigas o «Boss».
- Posees de un dash, para tener una mejor maniobrabilidad en el espacio y poder esquivar los ataques.
Historia
Hasta este punto, ustedes se preguntarán ¿Por qué me ha marcado tanto este juego?, y bueno, al recordar este juego, lo primero que se me viene a la cabeza es la inmersión que me hacía sentir mientras lo jugaba, pues la música que te acompaña te mantiene despierto en todo momento, además del control total que tenías que tener sobre el Robot; te hacía sentir como si realmente fueras el piloto.
Hablando sobre la dificultad, esta alcanza a estrujar toda la habilidad que posees, teniendo que utilizar todos tus sentidos para lograr pasar las etapas, en especial si quieres obtener un buen rango al final de la misión.
Sumando todos los puntos anteriores y agregando que este juego le saca el jugo al procesador de la «Play 1», genera una combinación que deja una marca en el jugador y haciendo que se recuerde este título con un poco de «Nostalgia».
Si has tenido la oportunidad de jugarlo y no has logrado encontrar su música, puedes escuchar los temas de este gran juego en el siguiente link:
¿Eres de los que podido disfrutar este gran juego?
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